Ewan
Ewan Forbes no solo es el rubiales picaflor, divertido y mujeriego que parece a primera vista. Nacido en el corazón de las Highlands, es un hombre obsesionado por los misterios, la Historia y los libros antiguos.
Eso es lo que en su día lo lleva hasta Sevilla, a donde viaja como titular de una beca para completar sus estudios de Historia Antigua y llevar a cabo un doctorado en Paleografía y Diplomática.
Pero la luz de la ciudad del Guadalquivir y, sobre todo las sevillanas —las que se bailan también—, lo impulsan a quedarse a vivir allí, para lo que oposita a técnico de la Junta de Andalucía, en la que obtiene una plaza como funcionario del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.
Sin embargo, a pesar de la distancia sigue ligado a su tierra y a sus tradiciones a través de su numerosa familia y de la Asociación
Escocesa de Cazadores de Mitos Antiguos, de la que es secretario.
Precisamente esa tarea lo llevará hasta el recién inaugurado Hotel-Palacio Los Tulipanes, de Cádiz, donde la Asociación ha decidido celebrar su encuentro anual y lo ha nombrado organizador del evento, dada su cercanía con la ciudad de acogida. Escaso de tiempo libre, pedirá ayuda a su amigo de la infancia, Cam Brodie, dueño de uno de los pubs más transitados de La Tacita de Plata, para que haga de intermediario con las propietarias.
Y lo que en un principio se presentaba como un sencillo fin de semana, divertido y sin consecuencias, terminará convirtiéndose en mucho más.
Ewan no tiene previsto involucrarse en la búsqueda de un libro perdido que una de las propietarias del hotel tiene encomendada por un personaje muy especial. No obstante, impactado por la riqueza artística que guarda el establecimiento hotelero y, en especial su biblioteca, no duda en presentarse como voluntario para ayudar a Gabriela. La joven necesita a un paleógrafo especializado para localizar un códice que la libere de unos visitantes indeseados y él está dispuesto a dedicar a esta tarea todo su tiempo libre si ello le permite meter las narices en una de las mejores bibliotecas que ha tenido la suerte de visitar en su vida.
Pronto, las narices no serán lo único que quiera meter en la vida de una de Las Tulipanes, a quien, contra todo pronóstico, descubre que desea entregar mucho más que su tiempo libre.
