Capilla

Para diseñar la capilla nos hemos inspirado, en parte, en el oratorio de la Santa Cueva de Cádiz (1730). Y para ello hemos acondicionado el espacio que se abre a la derecha del hall de entrada al hotel.
Se trataría de un recinto de 10 x10 metros dedicado a la Virgen de La Palma (advocación a la que eran muy devotos los supuestos duques de Holguín) y toma forma semicircular a través de cuatro altas columnas de mármol rojo de estilo jónico, adosadas al paramento, sobre las que apoya la cubierta, que está ligeramente abovedada y cuenta con frescos de Francisco de Goya y Lucientes.
En el ábside se encontraría el altar mayor, elevado sobre dos escalones semicirculares, presidido por una imagen de la Virgen, de la escuela Sevillana de principios del siglo XVIII, situada bajo un templete chapado en pan de oro, soportado por seis columnas torneadas de mármol blanco. El altar es, también, de mármol blanco con veta gris y sobre él se encuentra un candelabro y un atril de oro. Frente a estos, dos sillones y dos butacas tapizadas en terciopelo burdeos para alojar a los contrayentes y los padrinos. A ambos lados, dos altas puertas que dan acceso a la sacristía.
La entrada a la capilla está delimitada por una alfombra de lana color burdeos sobre la que se han bordado, en oro, tres escudos del Club de las Tulipanes ribeteada con una cenefa color dorada. A ambos lados se han colocado nueve bancos de iglesia con reclinatorios, forrados en cuero burdeos, que dan cabida a seis personas cada uno.
La Sacristía contiene dos muebles de madera de fresno maciza con aplicaciones de marquetería en oro, para guardar las vestiduras y elementos sacramentales.
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